PROYECTO DE PAREJA Y DE FAMILIA: EL “DAFO” DE NUESTRA VIDA
Muchos matrimonios nunca han oído hablar de lo importante que es tener un proyecto de pareja y de familia. Es verdad que la vida nos trae muchas veces sorpresas y vivencias totalmente inesperadas, tanto para bien como para mal, y es posible que, en nuestro matrimonio, estos pequeños baches, se conviertan en verdaderos agujeros del camino. Pero si tenemos claro hacia donde vamos y que Dios nos cuida y viene de la mano con nuestra familia, también tendremos la seguridad de que podremos afrontarlos y superarlos. Pero para ello, tenemos que estar preparados convenientemente, y tener un proyecto de pareja tras la elaboración de un DAFO.
Muchos de vosotros os estaréis preguntando, y, ¿qué es un DAFO? Es una herramienta que se utiliza en las empresas para su análisis, para ver cómo fortalecerse y así asegurar su futuro y crecimiento. La principal empresa de nuestra vida es nuestra familia, y nosotros como cristianos deberíamos trabajar también en asegurar el futuro de nuestra familia. En los Equipos de Nuestra Señora, se nos insiste en la elaboración de este proyecto de pareja a partir de un diálogo profundo que se nos recomienda hacer al menos una vez al mes, en clima de oración.
Se trata de analizar las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
Las debilidades y las fortalezas son cada uno de nuestros defectos y virtudes, son internas, dependen de nosotros, ¿qué papel tienen y cómo afectan a nuestra familia cada una de ellas? Qué capacidades son los puntales que sostienen mi familia y cuáles las debilidades sobre las que trabajar para que mis seres queridos sean más felices.
Las amenazas y oportunidades vienen de fuera y no las podemos controlar, pero lo que sí que podemos hacer es intentar identificar estas amenazas, para que cuando se nos presenten sepamos cómo hacerles frente, y poder hacer de ellas oportunidades para crecer y fortalecer nuestro matrimonio y familia.
Una vez reconocidas e identificadas, iremos viendo cómo a través del encuentro con el Señor y el acompañamiento de la Iglesia, podremos decir como San Pablo: “Cuando soy débil, entonces soy fuerte”
Os animamos a poner en práctica este DAFO de vuestra vida, y a ir revisándolo en el encuentro que cada matrimonio debería mantener una vez al mes, un encuentro de diálogo profundo, sincero y sobre todo, en presencia de Dios, que será el que ilumine nuestros pasos.
Victoria García y Agustín Labrador
Responsables de difusión Cataluña-Menorca
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