En algún momento escuché una frase que, a pesar de parecer un poco tonta, es tremendamente profunda “Si la vida te da limones, haz limonada”. La vida en el último año y medio nos ha dado muchos limones, el COVID ha cambiado muchas cosas y nos ha hecho sufrir mucho a todos. Pero, también en este caso tenemos que hacer limonada, y tenemos que sacar provecho de esta adaptación a las nuevas tecnologías, en las que todos hemos hecho un curso intensivo. Nuestros responsables superregionales, Pedro y Rocío, junto con los de los países de Sudamérica, nos prepararon una buena limonada, y nos convocaron a reuniones internacionales de equipos mixtos el pasado 30 de octubre. Todo un reto la organización, los cambios horarios, la tecnología necesaria para tantas reuniones… desde aquí dar las gracias al equipo organizador por su trabajo para hacer esta realidad posible. Pensad que fueron 2600 matrimonios repartidos en 400 equipos los participantes en esta iniciativa.
Gracias a Dios, vieron la posibilidad de ofrecernos ser testigos de la dimensión del Movimiento de los Equipos de Nuestra Señora, poder compartir con matrimonios del otro lado del océano un espacio de diálogo, de compartir experiencias y vivencias, poder ser testigos de la fraternidad cristiana, poder vivir en primera persona que a todos nos une el mismo Dios, que todos vibramos en una misma onda, que a pesar de que no te conoces, te sientes cercano y comprendido… Eso, sinceramente no tiene precio, es una experiencia que hay que vivir. Te la pueden contar, como nosotros estamos haciendo ahora mismo, pero es como que te enseñen una foto de un paisaje desde lo alto de una montaña, o estar tú en lo alto de la montaña. No hay color.
En nuestro equipo mixto éramos cinco parejas de diferentes países, el diálogo fue muy fácil a pesar de que una reunión en línea siempre es más rígida que la presencial, pero compartimos experiencias de lo que han supuesto los Equipos para cada uno de nosotros, y caes en la cuenta, de que a pesar de que todos tenemos mucho en común, también hay aspectos que quizás en tu vida, no habías tenido en cuenta, pero, cuando otra pareja lo verbaliza, eres consciente de que también es tu realidad, y que no has dado suficientemente gracias a Dios por ello. Al final, compartir siempre es una riqueza, y si queremos que nuestra mente y nuestro corazón se ensanchen, tenemos que abrirlos a otras realidades, todo suma.
Una de las cosas que nos enseñaron en la universidad, es que es la vida todo tiene un coste de oportunidad. ¿Qué quiere decir esto? Que si haces una cosa no haces otra, tan simple como esto, y hay que valorar siempre cuál es la mejor opción para uno mismo. Y añado también una frase de la oración final del 2º capítulo del tema de este año: Señor, enséñame a saber qué es lo necesario. Pues que todos hagamos la reflexión sobre ¿qué es lo necesario y lo mejor para mí, para mi vida espiritual?
Os invitamos a todos vosotros a que participéis siempre de cualquier reunión mixta que se os proponga, sea de sector, regional, nacional o internacional. Es verdad que cualquiera de vosotros podéis pensar, ya hay muchas cosas organizadas, no hay tiempo para tanto, ¿para qué? ¿qué me va a aportar? Os podemos asegurar que mucho. Seguro que bastante más de lo que podamos pensar. Que apostemos por lo necesario y no por la comodidad o lo fácil.
Hemos pedido a matrimonios de nuestro equipo mixto que escribieran unas líneas con su experiencia para poder compartirlas con todos vosotros:
El encuentro internacional de equipos mixtos, nos ha servido para aprender que la distancia no es obstáculo para podernos conocer y compartir las experiencias de cada pareja, aprendimos que la fe lo puede todo, sobre todo si tenemos al Señor como centro de nuestras vidas, que, a pesar de no vernos en persona, Dios nos ha permitido hacerlo virtualmente.
Gracias hermanos por compartir con nosotros, estamos muy contentos.
Dios los bendiga. (Perú)
Fue una grata experiencia conocer tan hermosas parejas de diferentes países, aún más gratificante sentir y ver que existen parejas regadas por todas partes del mundo compartiendo un mismo carisma y buscando esa espiritualidad conyugal. Nosotros fuimos la pareja responsable del equipo 190 y aun siendo los menores tanto en edad como en años de matrimonio, así como también en tiempo en el Movimiento, logramos reunir 5 parejas con las que compartimos 3 horas maravillosas de gran enriquecimiento emocional, espiritual y obviamente matrimonial. (Colombia)
Victoria García y Agustín Labrador
EMD Barcelona 178
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